Me Convertí En La Amiga De La Infancia Del Obsesivo Segundo Protagonista Masculino

Capítulo 77

❖❖❖

 

—Oh, de todos modos, no te apresures de todos modos. No puedes saludar a la princesa hoy. ¿Entiendes?—

—Está bien, ¿y qué pasa con este regalo?—

Estaba un poco preocupado cuando sacó el paquete que tenía en sus brazos.

Noel estaba a punto de decir: —¡Toma eso y úsalo!— cuando cambió de opinión.

Hugh McLean seguía siendo su buen amigo y al menos debería mostrarle su lealtad.

Es imposible que a Rieta le guste un regalo tan pequeño.

—No se puede evitar. Yo se lo daré—.

—¿Enserio?—

—Sí. Porque la princesa y yo somos muy cercanos—.

Noel, con una sonrisa en su rostro, tomó el regalo y lo metió en su bolsillo.

—Como era de esperar, el Lord es asombroso. . . Gracias.—

Hugh respondió con una expresión muy agradecida y Noel suspiró aliviado.

Hugh y Rieta no se reunirán hoy.

* * *

Rieta estaba justo al lado del duque.

Estaba un poco asustada porque era un lugar con muchos extraños.

Por supuesto, cuidó muy bien de Rieta.

¿Fue por eso?

Conforme pasó el tiempo, ella se fue relajando poco a poco.

Hasta que sintió curiosidad por su entorno.

Pronto, Rieta agarró el dobladillo del Duque y preguntó.

—¿Puedo ir al patio conectado al salón de banquetes?—

—¿Estarás bien sola? Iré contigo.—

El duque lo dijo, pero Rieta negó con la cabeza.

Ella susurró en el idioma del Reino para que nadie pudiera entender su conversación.

—Gracias a mí, el duque apenas tuvo conversación con otras personas—.

—No soy un fanático de la conversación—.

Por supuesto, su respuesta también llegó en un idioma competente del Reino.

—Sin embargo, no se preocupes. Estoy tratando de ser un poco valiente—.

Rieta le quitó la mano del brazo.

—Tienes que tener cuidado.—

Ella asintió con la cabeza.

—Seré cuidadosa.—

Rieta se alejó del Duque con paso vivaz.

Antes de salir al pasillo que conducía al patio, miró hacia atrás y pronto encontró una gran multitud de personas rodeando al Duque.

Era muy popular.

* * *

El patio estaba un poco frío.

Aunque la mansión lo rodeaba, todavía estaba afuera.

Rieta se apresuró un poco y se deslizó dentro del invernadero.

Un calor húmedo le tocó la nuca y de inmediato se sintió mejor.

—Woow.—

Rieta miró lentamente dentro del invernadero y recordó la gran flor que una vez había recibido del Duque.

Era una flor que había traído del invernadero imperial, dijo.

“¿Era de aquí?”

“¿O fue de otro invernadero?”

Despertada su curiosidad, Rieta rodeó lentamente el interior, buscando la misma flor de ese día.

Por supuesto, ella también estaba encantada de ver las nuevas flores, por lo que Rieta se detuvo varias veces.

Por supuesto, Rieta no fue la única que llegó al invernadero con curiosidad.

A veces, por encima de las enredaderas altas, podía oír voces de gente gritando.

—Hermoso.—

—¡Vaya!—

—¿Dijiste que a la princesa le gustaba más este invernadero, así que preparó un salón de banquetes aquí?—

—Es bueno abrir tu invernadero favorito, eso es genial—.

Las voces de los que aún no eran adultos no se podían escuchar en absoluto.

Rieta estaba un poco preocupada, ya que ella, sin querer, parecía estar escuchando a escondidas la conversación de otra persona.

—¿Sigue siendo un cumplido para la princesa?.. .—

Incluso si más tarde encontraran a Rieta a la vuelta de la esquina, ella no se avergonzaría demasiado.

—Incluso puede dar las gracias por un regalo de mala calidad—.

—Ah, ¿eso?—

Los dos rieron por un momento y rieron a carcajadas.

—Eso fue demasiado—.

—Escuché que era pobre, pero ¿no sería mejor no venir a darle ese regalo?—

—Parece que quería un regalo de la princesa. En el Reino de Liz, no hay salarios para los sirvientes, ¿así que los sirvientes quitan las decoraciones del castillo por su cuenta?—

—Entonces no son sirvientes sino ladrones—.

—Entonces el Rey de Liz es el Rey de los Ladrones—. Más risas.

Cuando se acercaron, Rieta rápidamente escondió su cuerpo detrás de los adornos de vid.

De hecho, Rieta no tenía ningún motivo particular para huir.

Ni siquiera fue culpa suya.

Pero ella es de un país extranjero y Rieta debería evitar hacer “enemigos” si es posible.

Quería abstenerse de volverse incómoda con alguien.

Así que decidió no señalar su mala educación ni mirar quiénes eran.

Además, estaba preparada para que el regalo provocara una reacción como ésta.

Lo eligió pensando sólo en la princesa.

Aunque estuvo un poco fuera de sus expectativas.

—Ella no podría haber hecho nada siendo la Princesa. El Rey lo habría ordenado—.

—Lo siento.—

—Entonces, ¿la princesa no se encargó ella misma del regalo?—

—Eso parece ser así. Ahora vive en la casa del duque—.

—Lord Darrel dijo que la cuidaba como a una hermana—.

—Si yo fuera la Princesa, ¿no estaría agradecida al Rey de Liz por entregarme al Imperio?—

❖❖❖

 

[Traducción: Lizzielenka]