Capítulo 59

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—Ya sabes, Noel. Si tienen promesas y secretos, son los mejores amigos—.

—¿Qué? ¿Quien dijo?—

—Eso es lo que dice la gente del reino—.

Noel estaba levemente irritado, casi soltando las palabras —¡Estás aplicando las tradiciones de un país tan pequeño a los nobles del imperio!—

En realidad, era bueno que Rieta y Noel fueran amigos tan cercanos.

No había forma de evitarlo.

Noel también viviría en el futuro en el Reino de Liz, por lo que no le queda más remedio que respetar sus costumbres.

—No puedo. Muy bien, somos los mejores amigos—.

—No dije que éramos los mejores amigos. . .—

—¡¿Así que planeas llevar a alguien más al reino que no sea yo?!—

—¿Eh? No . . .—

Ella no lo dijo de esa manera.

De todos modos, Noel parecía haber entendido algo mal, por lo que Rieta decidió cambiar de tema.

—Ah. Así es, Noel.—

—¿Qué es?—

—¿Has completado el paso tres del rompecabezas?—

—Uhm. . .—

Noel rápidamente soltó la mano de Rieta.

Ahora que lo pienso, ahora no era el momento de hablar sobre el rompecabezas.

Tiró la pieza del rompecabezas al jardín. Rieta se enfadaría mucho si se enterara.

En ese caso . . .

"¡Puede que no me lleve al reino!"

Noel decidió tratar de ganar algo de tiempo.

—Bueno eso es . . . Todavía no lo he terminado—.

—¿Aún? Pensé que iba a ser pronto porque completaste el paso dos muy rápido—.

—Yo, yo también lo pensé. . . pero fue mucho más difícil de lo que pensaba—.

—Bien entonces . . ¿Lo haremos juntos de ahora en adelante? Puedo ayudarte con . .—

—¡No!—

Noel casi gritó. Rápidamente comenzó a retroceder.

—No absolutamente no. Este es un asunto del orgullo del Ducado del Imperio.—

—. . . ¿Porqué?—

—¡Porque no puedo perder en una batalla mental librada entre el Imperio y el reino!—

Ni siquiera se despidió antes de salir corriendo con urgencia en sus pasos.

—Noel está actuando realmente raro. . .—

Rieta frotó suavemente la mano que Noel había estado sosteniendo hace un momento contra el dobladillo de su bata.

Bueno, parecía como si algo le hubiera hecho cosquillas.

Ella no sabe lo que era.

* * *

Unos días después, los jardines del Ducado de Mayer estaban todos llenos de nieve blanca.

Algo muy desafortunado había sucedido allí ese día.

Noel estaba frustrado cuando miró hacia abajo a una gran bola de nieve que se había partido en dos mitades.

—. . . ¿Por qué diablos pasó esto?—

Él tenía un propósito.

El gran propósito de hacer un muñeco de nieve gigante que coincidiera con la dignidad de la familia de un duque.

La razón por la que tomó esa decisión fue simple.

Fue por lo que sucedió ayer, cuando Noel fue a visitar al joven maestro del condado con quien interactuaba a menudo.

—Señor, ¿cómo está la princesa?—

—¿Por qué preguntas por la princesa cada vez que nos vemos?—

—Bueno, es porque la princesa no hace muchas actividades al aire libre. ¡Enserii, tengo muchos deseos de conocer a la Princesa!—

—¡Por qué, por qué te atreves a albergar tal pensamiento en tu corazón!—

Noel había dejado escapar un ruido de frustración sin darse cuenta.

¿Quería conocer a la princesa a solas? Que astuto de su parte.

Eso no era posible. Absolutamente no.

Ella había enviado al feo Elisha al dormitorio de la academia, ¿y ahora este chico iba a divertirse con Rieta?

—Oh, ¿no puedo?—

—Hmph. La princesa Rieta no es una persona libre. Si quieres verla, debes tener una buena razón.—

—Bien . . . ¿una razón?—

Noel sonrió con desdén y asintió con la cabeza.

El chico del condado posiblemente no había sido capaz de sugerir tal cosa.

—Ah,bien.—

Pero el niño había aplaudido como si hubiera recordado algo.

—Hay un gran muñeco de nieve que hice. Si la invito a mostrárselo, ¿no le gustará también a la princesa?—

—¿Vas a exigirle a la princesa que venga hasta aquí por una cosa tan frívola?—

—Es interesante. Su Majestad el Emperador también vino a verme y me elogió—.

—¿por qué Su Majestad vino a ver a su muñeco de nieve?—

—Mi padre debe haberse jactado de ello. Hice un muñeco de nieve más alto que un adulto—.

Ahora que lo nota, mientras pasaba por Jardin del Conde, Noel también había visto el magnífico muñeco de nieve. Incluso lo había admirado, diciendo que era asombroso.

No podía perder.

Tan pronto como Noel regresó a casa, se puso los guantes y el sombrero y salió corriendo al jardín.

Si Noel hiciera un muñeco de nieve aún más grande, la "razón" del niño desaparecería.

Sin embargo, no fue fácil enrollar la nieve en una forma hermosa.

Aun así, pensó que había estado trabajando en ello durante mucho tiempo y lo había hecho bastante grande. Empujó con todas sus fuerzas, pensando en hacerlo rodar una vez más y... . .

La bola de nieve se partió por la mitad.

Estaba muy frustrado.

—Noel, no hay necesidad de hacerlo demasiado grande. Incluso un muñeco de nieve pequeño puede ser muy lindo si está bien decorado—.

Noel negó con la cabeza apasionadamente ante las palabras de Rieta.

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[Traducción: Lizzielenka]