Capítulo 52

 

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—Oh sí. Uh, está hecho con gran habilidad.—

—Sí,—

El cartero pensó que estaba soñando.

Había tantas cosas que no podía explicar de otra manera.

—A-aquí está el correo.—

Cortésmente le entregó un aviso de la academia militar.

—Gracias.—

El duque abrió el sobre tan pronto como recibió la carta y confirmó el contenido.

El cartero se olvidó de que tenía que volver y miró fijamente al Duque leyendo la carta.

Para ser exactos, seguía mirando su sombrero de cono.

El Duque sacudió el papel cuando terminó de leer la carta.

—Él fue aceptado—.

Luego, un mayordomo que estaba justo detrás de él lanzó un pequeño confeti para fiestas.

Pronto, todos a su alrededor comenzaron a aplaudir de alegría.

El cartero ni siquiera sabía lo que estaban celebrando, pero aun así aplaudió.

Después de regresar al vagón correo, se sentó en el asiento del jinete y le agarró la cabeza.

—¿Qué diablos acabo de ver?—

Por supuesto, lo que había presenciado era la "Fiesta para la Academia Militar" de Alicia.

***

La fiesta de aceptación de Alicia continuó hasta muy tarde.

A los niños se les había permitido quedarse despiertos esta vez.

Habría estado muy triste si no hubiera podido compartir lo suficiente de esta alegría, solo porque tiene miedo de no ser grande.

En la fiesta, Rieta agradeció al duque y a Noel por hacer todo ese trabajo.

Por supuesto, el duque sacudió la cabeza con graciosos sentimientos.

—Es maravilloso poder ayudar con el sueño de alguien—.

Y Noel respondió así.

—Bueno, eso es suficiente, te había prometido ayudar a tu amigo, como un caballero—.

Era una promesa que los dos habían hecho mientras esperaban que llegara Alicia.

Le encantaba cómo Noel lo recordaba y lo apreciaba, por lo que Rieta se rió.

—¿De verdad te gusta?—

—¿Hm?—

—Estoy preguntando si es bueno tener a Alicia en el Imperio, idiota—.

—Me alegra que Alicia se esté acercando a hacer lo que él quiere. Y, por supuesto, es bueno estar cerca—.

Él lo sabía. Habían estado juntos desde que eran muy jóvenes, por lo que se sentirían vacíos si el otro no estuviera cerca. 

—Pero sobre todo, me conmovió que a Noel le importara tanto mi historia. Ya sabes, eso es…

Rieta miró ligeramente a su alrededor y dijo, "nuestro secreto", solo moviendo los labios.

Noel se rió de la palabra "secreto".

Extrañamente, se sentía bien solo de pensarlo.

¿Será porque era el secreto de Rieta y Noel, algo impensable para Alicia?

—Eres parte de la gente del duque y, por lo tanto, es natural que me preocupe por ti—.

Observó la reacción de Rieta con un ligero contoneo.

Afortunadamente, Rieta no pareció sentir repulsión por la frase "parte de la gente del duque—.

No, de hecho, al ver cómo asentía con la cabeza, debe haberle encantado.

¡Ven, ella nunca fue una invitada!

Ella nunca, nunca se irá de aquí.

Noel le sonrió a Rieta.

***

Al terminar la fiesta, Rieta llamó a Alicia por separado para un rato.

Porque tenía algo que decirle a solas.

—¿Te gustaría ir al jardín?—

Debe estar oscuro y frío, pero pensó que sería mejor hablar en voz baja.

Los dos fueron a sus respectivas habitaciones para quitarse los sombreros de cono y ponerse los abrigos, y se encontraron de nuevo en la puerta principal.

—Tienes que cuidar tus pasos—.

Alicia le dio el brazo mientras él hablaba y Rieta lo sostuvo con gusto.

La entrada a los jardines secos de invierno fue seguida por el sonido de pasos en el suelo seco.

Pasó un buen momento.

Una vez que estuvieron cerca del árbol donde una vez había encontrado un nido de pájaro, Rieta se detuvo.

—Ya sabes, Alicia.—

—Sí.—

—Solo puedes asistir a la Academia hasta que cumplas 16 años—.

—Sí.—

—Cuando termine el período, volverás al reino, ¿no?—

—…Princesa.—

Alicia rara vez respondía a sus preguntas con algo más que "sí".

—Creo que has notado la razón por la que vine al Imperio—.

—UH Huh.—

Rieta sonrió.

Sus sentimientos encontrados la hicieron un poco incómoda.

—Estás aquí para regresar al Reino conmigo, ¿no es así?—

—Sí. Y no me importa cuándo.—

La respuesta inquebrantable hizo que Rieta se sintiera en conflicto.

Ella no sabía cómo persuadirlo.

—Yo... ya sabes, Alicia—

Dijo con un tono bastante pesado.

—Me ofrecieron como tributo al Emperador—.

—Lo sé.—

—Solo después de que cumpla 16 años, recuperaré mis derechos por completo—.

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[Traducción: Lizzielenka]