Capítulo 33

 

❖❖❖

 

—Siempre pensé que eras bonito—.

—E-eso es realmente…—

Fue una confesión inusual pero apasionada, y Darrell dejó de reír.

—Qué sorprendente coincidencia. También pensé que eras bonita desde el principio.

—…¿Estás mintiendo?—

El rostro sonrojado de Rieta era bastante encantador, por lo que Darrell estaba un poco preocupado por su hermano menor.

“No puedes ser inmune a esto.”

Darrell aún no sabía si le gustaba a Noel, pero tenía la costumbre de nunca dejar ir las cosas que le gustaban...

"Bueno, así son las cosas."

...Estaría bien.

Darrell estalló en una risa agradable.

***

El duque y Rieta pensaron en la invitación enviada por “Madam Emily”.

Lo discutieron a fondo, pero finalmente decidieron aceptar la invitación.

Sobre todo, Rieta dijo: —Estoy feliz porque es la primera vez que me invitan personalmente por mi nombre—.

No importa lo que sea, las “primeras veces” son valiosas.

***

Unas semanas más tarde, en un clima mucho más frío, Rieta y el duque se dirigieron a la tienda de Emily.

El Duque dejó a Rieta frente a la tienda y le dijo que regresaría en dos horas. Rieta pronto fue colmada de atención.

¿Qué pasaría si las mujeres solo estuvieran buscando acurrucarse con el poder? Estaba preocupada, pero todos fueron amables con Rieta.

En consideración a su origen en el reino, las chicas hablaron lentamente, dándole cosas deliciosas a Rieta.

“Son buenas personas. Eso es un alivio."

Pero a medida que la conversación se alargaba, algo empezó a molestar a Rieta.

—Escuché que el Duque te llevó allí mismo—.

—¿Has estado alguna vez en la habitación del duque?—

—¿Qué tipo de autos le gustan al Duque?—

—¿De qué sueles hablar con el duque?—

Pensó que el tema de conversación estaba demasiado concentrado en una sola persona.

“¿Están equivocadas?”

De hecho, el estado civil del duque era un tema delicado para él que Rieta no conocía. Tenía un hijo de dieciséis años, pero todavía lo llamaban el “mejor novio de la capital”.

La razón era simple: era el hermano del Emperador.

Estaba harto y cansado de recibir cartas pidiendo matrimonio incluso cuando estaba a punto de cumplir 40 años.

Por supuesto, él nunca respondió a estos mensajes.

***

Si el duque de sangre fría no responde, no importa cuánto lo intenten, incluso los nobles se cansarían.

Sin embargo, desde un reino lejano, apareció una Rieta que parecía una ardilla.

Los rumores sobre ella se extendieron rápidamente dentro de la exclusiva aristocracia capitalina.

Hizo que Madame Emily le hiciera la ropa rápidamente e incluso le dio una gran propina por los problemas.

Cuando la carta del rey Liz le causó dolor, inmediatamente la abrazó y se fue.

Buscó en todas las tiendas de muñecas de la ciudad capital para encontrar la que fuera de su agrado.

Por supuesto, hubo aristócratas que no creyeron tales rumores.

"Ese hombre aterrador, ¿realmente mostraría tanta amabilidad con una pobre princesa que no hizo nada por él?"

Para aquellos que respondieron así, todos los demás mencionarían otro punto, diciendo.

"¡Piensa cuidadosamente! ¡Su Majestad ha sido un durante generaciones un tonto por su hija! El duque también es descendiente de la familia imperial, y tiene la sangre de  "tonto por su hija" también fluye a través de él. ¡Estoy seguro de que!"

Fue un comentario tan convincente que les puso la piel de gallina a todos.

Por lo tanto, entre los nobles, un nuevo rumor comenzó a extenderse: —Si te ganas el corazón de la princesa Rieta, entonces conquistar al duque no es ningún problema—.

—El Duque… es amable conmigo. Siempre me pregunta qué me gusta—.

—¡Oh, qué dulce de su parte!—

—¿Escuché que tienes un montón de tutores en casa?—

—¿Qué aprendes?—

—¿El duque te enseña algo él mismo?—

Rieta respondió lenta pero sinceramente a todas las preguntas que le llegaban sin descanso.

—El duque está ocupado con su trabajo. Pero a veces me lee libros cortos—.

—Oh, tan amable—.

—Realmente debe atesorar a la princesa, ¿no crees?—

Sí, lo hizo. Pero estar de acuerdo la hizo sentir un poco incómoda.

—Porque es una buena persona—.

Rieta evitó un poco responder con estas palabras.

—Oh, así es. Princesa, ¿te gustaría aprender a bordar?—

—¿Em…Bordado?—

Fingieron coser, señalando el bordado tallado en el vestido.

—Esta habilidad es útil para decorar una mansión—.

—También se pueden hacer tapices con motivos familiares—.

—La princesa también puede cambiar la atmósfera del duque—.

Rieta negó con la cabeza rápidamente.

Sus palabras solo aumentaron su incomodidad, como si quisiera cambiar la atmósfera del Duque.

—Así…está bien.—

Rieta volvió a negar con la cabeza.

Y cerró la boca con fuerza, como una almeja.

Afortunadamente, el anuncio del nuevo vestido acababa de comenzar, por lo que nadie pensó en su conversación con Rieta.

❖❖❖

 

[Traducción: Lizzielenka]