El Mago Cuerpo A Cuerpo Más Poderoso

Capítulo 61

***

Los magos talentosos eran raros.

Y si a este talento se le añadiera el poder de la autoridad, ese talento se volvería más valioso que cualquier otra cosa.

Por eso la mayoría de los magos intentaban aferrarse a la autoridad.

Algunos irían al territorio de un noble.

Otros se convertirían en magos de la corte.

Y otros se unirían a la guardia real para proteger al Emperador.

Incluso la Torre Mágica, donde los magos pasaban toda su vida centrándose en la investigación de la magia, también era una fuente de autoridad.

Esa autoridad se había acercado a mí.

—Después de que regreses al Reino Radian, te daré un mes para que te ocupes de tus asuntos. Necesitarás graduarte de la escuela... Lo haré para que puedas transferirte a la Escuela de Entrenamiento de Soldados Mágicos, y también prepararé un lugar para que te quedes. Ah, y tú también tendrás que convertirte en ciudadano. No hay razón para que el aliado del príncipe heredero sea un extranjero—.

—...—

Procedía de una de las fuentes de autoridad más poderosas del continente.

Sólo pude hacerle una pregunta.

—¿Por qué?—

—¿…?—

—¿Por qué me elegío?—

Los labios del príncipe heredero Chaurmetan Raynac se curvaron hacia arriba.

—Ruin Ardell. Cuando hables conmigo de ahora en adelante, será bueno que recuerdes esto—.

—...—

—Más que una pregunta, prefiero un simple "sí" como respuesta—.

Tenía talento para cambiar el estado de ánimo con cada frase que pronunciaba.

No había dicho nada especial.

Tampoco intentó amenazarme.

Sin embargo, sentí un escalofrío recorrer mi espalda en ese instante.

Sí.

“Es un depredador natural”.

Tenía el aura de alguien que había reinado sobre los demás toda su vida.

Y al mismo tiempo…

—Pero te daré una respuesta. También dije esto antes, pero me has llamado la atención—.

Tenía suficiente compostura para derretir este frío estado de ánimo con una pequeña sonrisa.

—La razón número uno es porque mi padrino me recomendó personalmente. Le había dicho hace unos años que me dijera si veía algún mago prometedor... pero no me había recomendado a ninguna persona—.

No pude entenderlo.

¿Por qué?

¿Acaso el Imperio Raynac no había nutrido y criado ya a muchos magos destacados?

Incluso si no fueran magos jóvenes de mi de edad, entre los magos adultos, los magos de Raynac estaban en un nivel superior a los magos de la mayoría de las otras naciones.

Pero ¿por qué había seleccionado a un estudiante, ignorando a todos esos otros magos de pleno derecho?

Incluso si el criterio se limitará a un mago de mi de edad, todavía no podía aceptarlo fácilmente.

—¿El Imperio no tiene a Doom Prime?—

Nacido en el seno de una familia prestigiosa y de larga tradición en el Imperio.

Uno de los once niños.

Y el más leal al Rey del Fuego.

Al comparar estas cualidades, no había ninguna razón para recomendar a un extranjero como yo en lugar de Doom Prime.

Aunque gané ambas veces, solo había una pequeña diferencia entre mi fuerza y ​​la de Doom.

Sin embargo, el príncipe heredero respondió con indiferencia:

—Ah, ¿ese niño?—

En ese momento, mientras el príncipe heredero pensaba en Doom Prime y mostraba una pequeña sonrisa...

—Al final, perdió contra ti—.

—...—

—¿Cómo me atrevo a apostar por un perdedor?—

Su expresión era la de un niño que hace un berrinche porque se aburrió de su juguete y luego se emocionó por tener uno nuevo.

—Doom Prime. Había oído hablar de él. Era uno de los magos brillantes que el Imperio esperaba… pero mi padrino nunca me lo recomendó. ¿Por qué? Probablemente tenía sus razones. Realmente no necesito sentir curiosidad por saber por qué. Todo lo que dice mi padrino con respecto a la magia es la verdad—.

—¿Eso es todo?—

—Fue así al principio. Sin embargo, cambió un poco. Otra razón salió a la luz—.

Chaurmetan sacó un pequeño cigarrillo de su abrigo y lo mordió.

—Tu valentía me llamó la atención. El coraje de usar esos harapos mientras todos los demás se esforzaban por lucir bien ante la autoridad de los demás—.

—...—

¿Harapos?

Dijo lo mismo que Jason.

—La valentía de confrontar a mi padrino de frente y expresar tus opiniones abiertamente. Y por último…—

—...—

—Esa imprudencia, donde aunque ciertamente te lo advertí, continúas cuestionándome—.

Huu-

El humo exhalado por el príncipe heredero pronto llenó la habitación.

Al igual que este humo que se balanceaba, mi corazón también se nubló.

—A veces, en la política, necesitas a alguien como tú cerca que diga cosas graciosas a mi lado—.

—¿Qué necesito hacer? ¿Es sólo un consejo?—

—Más preguntas.—

—...—

El príncipe heredero apagó el cigarrillo que fumaba frotándolo contra la mesa.

—Protégeme.—

—¿De qué?—

—De mis malditos hermanos que no podían aceptar que su hermano menor se convirtiera en príncipe heredero—.

—...—

—No tienes que estar tan nervioso. No habrá nada demasiado peligroso. Tengo algunos caballeros temibles a mi alrededor que podrían matarte de un solo golpe. Simplemente… Habrá más oportunidades como ahora en las que tendré que ocuparme de mi aburrimiento—.

Si fuera así, yo era sólo una mascota.

Las cosas que hacía se veían lindas y yo era una mascota inteligente que podía entender el habla humana.

Algo que te gustaría llevar contigo.

Algo que quisieras poseer.

Una mascota así.

—...—

Quizás mis expresiones mostraron mis pensamientos.

No, no debería haber sido obvio.

Sin embargo, la percepción de Chaurmetan fue anormal.

Él leyó completamente lo que estaba pensando.

—Parece que no te gusta—.

—…Sí. Tienes razón.—

—Por eso lo dije primero, que rechazaría tu negativa—.

—Pero si sigo diciendo que me niego, ¿qué harás?—

—...—

El príncipe heredero me miró en silencio.

Después de mirar como si fuera a atravesarme con sus ojos, preguntó algo.

—¿Has recibido una oferta de alguien que no sea yo?—

—Nadie se había acercado a mí hoy. ¿No fue algo que Su Majestad decretó que se hiciera?—

—¿O… es patriotismo hacia un país débil al borde de su desaparición?—

—Ese tampoco es el caso en particular—.

—Esta no es una oportunidad común. ¿Cuál es tu razón?—

—...—

Bien…

Si alguien más hubiera escuchado esto, lo habría aceptado en un instante.

Esta fue una oportunidad tan valiosa.

Convertirse en un aliado cercano del príncipe heredero, quien pronto se convertiría en emperador y se convertiría en el destacado centro de autoridad en todo el continente.

En cierto sentido, podría recordar este momento y arrepentirme más adelante.

Sin embargo…

—Tengo muchas cosas que quiero hacer—.

Esta fue mi mayor razón.

No ser un mago del príncipe heredero...

Pero ser sólo un mago.

Este corazón que quería mantener la integridad de mi individualidad, tal vez le pareció divertido.

El príncipe heredero dejó escapar una pequeña risa.

—...Pensé que serías del tipo racional, ¿pero inesperadamente eres un idealista?—

—Tal vez. No lo sabría porque nunca intenté definirme con una sola palabra—.

—Te arrepentirás de esto. Esta fue una oportunidad que no se presentaría una vez en la vida para algunas personas—.

—Sí. Tal vez sea así.—

Chaurmetan Raynac.

Sacó otro cigarrillo y habló.

—Digamos que esta conversación nunca sucedió—.

—...—

Después de decir eso, incliné la cabeza hacia él y me volví lentamente.

Mientras lo hacía, el príncipe heredero me habló a la espalda.

—Ruin Ardell. La gente te llama la piedra preciosa más brillante de este Gran Festival—.

—...—

—Mi hobby es coleccionar piedras preciosas. No había ninguna joya que quisiera y que no pudiera conseguir. ¿Sabes por qué?—

Me di la vuelta.

El príncipe heredero exhaló otra gran nube de humo.

—Porque los que no pude conseguir… fueron destruidos por mis manos—.

—...—

¿Era una amenaza...?

Sin embargo, no respondí y le di la espalda.

Sus risas a veces parecían salvajes.

Pero a veces parecían solitarios.

* * *

—¿Qué? ¿Con quién te viste?—

—¿Mmm? No es nada.—

—…¿Eh? Eres sospechoso—.

Regresé al salón de banquetes.

Mis compañeros inmediatamente intentaron interrogarme para saber con quién me había reunido, pero no les respondí.

Después de todo, como dijo el príncipe heredero, fue algo que “nunca sucedió”.

Gracias a esto,

—Tú... De ninguna manera... ¿Conseguiste una novia secreta?—

—...—

Surgió un gran malentendido.

—Tengo razón, ¿no? ¡Sí! Ya es hora de que te conviertas en un hombre de verdad. Jeje… ¿Quién es ella? Tú, de ninguna manera... ¡De ninguna manera es Irene!—

—¿Mmm? ¿Qué pasa conmigo?—

—¡Uah! ¡Me asustaste!—

Irene Prius.

Ella se había acercado a nosotros de la nada y la cara de Jason se puso roja mientras retrocedia hacia atrás.

—¿Estás aquí?—

—Sí. Entonces, ¿por qué hablaban de mí?

—Ah, no. No es nada de eso—.

—Hm... eres sospechoso.—

Irene entrecerró los ojos mientras me miraba.

Sabía que el príncipe heredero había sugerido que me encontrara con él durante la cena combinada.

Probablemente también podría adivinar el motivo.

Probablemente solo sentía curiosidad por la respuesta que le di.

En lugar de darle una respuesta, sonreí levemente.

“Probablemente hice lo correcto”.

Sí.

Era una oportunidad única en la vida, como dijo el príncipe heredero.

Sin embargo, así como había mucho que ganar, también había mucho que perder.

—¿Bien? ¿No es sospechoso? Este bastardo de Ruin es muy sospechoso hoy. No le está contando nada a nadie—.

La Academia y mis compañeros aquí conmigo.

No solo a ellos, sino que lo más importante a lo que podría haber tenido que renunciar fue...

"Ruin Ardell"

Mi vida.

E incluso mi padre y nuestro territorio.

"Sí. Hice lo correcto."

En lugar de vivir como el mago de otra persona por el resto de mi vida...

Elegiría mi territorio.

Sonriendo alegremente, me levanté de mi asiento.

Entonces les dije a Jason e Irene:

—¿No tienen sed? Vamos a tomar unas copas—.

—¿Bebidas? ¡Oh! Tal vez... ¿cerveza?—

—No.—

Sacudí la cabeza y señalé hacia el rincón de bebidas del salón de banquetes.

—Cocovainilla—.

* * *

—Mirando tu expresión, parece que no salió bien—.

—…Ah, padrino—.

Rey del Fuego Terón.

Podía adivinar la situación al ver la expresión sombría en el rostro del príncipe heredero.

—¿Entonces, qué fue lo que dijo?—

—Dijo que tiene muchas cosas que quiere hacer—.

—Jeje. Eso es propio de él—.

—Sueños en lugar de oro. Aventura más que seguridad. Rebelión en lugar de autoridad. No sabía que todavía existían magos así hoy en día. Intenté amenazarlo ligeramente, pero tampoco funcionó—.

—Existen ocasionalmente. En lugar de convertirse en el mago de alguien, quieren convertirse en su propio mago—.

—Tenía curiosidad por saber qué tan bueno era desde que mi padrino me lo recomendó, pero ahora lo entiendo. Es genial en muchos sentidos diferentes—.

—Entonces, ¿qué estás pensando en hacer ahora? Sé que dije esto antes, pero definitivamente se convertirá en un individuo poderoso—.

Ante la pregunta del Rey del Fuego, Chaurmetan sólo pudo reírse de la ridiculez.

—¿No predijiste que Ruin Ardell me rechazaría y aun así me lo recomendaste?—

Al escuchar esto, Teron entrecerró los ojos con una expresión juguetona.

—... ¿Fui demasiado obvio?—

—El padrino no lo habría recomendado sin haber predicho al menos eso—.

—Sí. Estás en lo correcto. Ya había predicho que Ruina rechazaría tu invitación—.

—¿Entonces también predijiste mi respuesta?—

—Sí. Sabía que tú tampoco te rendirías fácilmente—.

—Entonces, está arreglado—.

El príncipe heredero.

Chaurmetan Raynac.

Su hobby… era coleccionar piedras preciosas.

—Al final, se convertirá en uno de mi pueblo. Lo he decidido ahora mismo—.

Necesitaba mantener las gemas que quería a su lado.

Si no pudiera conseguirlos, los rompería.

 

***

[Traducción: Lizzielenka]